Muchas personas se cuestionan si los dramaturgos en verdad son escritores desde el punto de vista artístico, debido a que es una práctica común en el teatro que suelan escribir obras por encargo, con temáticas ya preestablecidas. Esto se trata de un prejuicio al teatro, debido a que esta actividad se realiza también en otros espacios como el cine o la literatura de cuentos.

En cualquier caso, es importante aclarar y debatir si los temas de la dramaturgia deben ser siempre parte de un encargo y cómo el propio dramaturgo puede dejar su impronta y visión ahí.

Depende de la finalidad

El arte no solo se hace por el arte, sino que hay una industria detrás que debe alimentar a trabajadores de todo tipo, desde actores hasta personal de limpieza. Es por eso que en ocasiones hay obras teatrales que se hacen por encargo y se dan ciertas directrices al dramaturgo.

Esta práctica se repite también en los guiones de obras cinematográficas, así como en temas de cuentos infantiles y con finalidad de concursos.

Es por eso que no hay que juzgar previamente al dramaturgo que está haciendo una obra de teatro con un tema por encargo, debido a que es posible que esté cumpliendo con un objetivo laboral y ayudando a cientos de trabajadores.

La inspiración artística siempre está

Ahora bien: si el dramaturgo siente la necesidad de escribir una obra en función de sus inquietudes y tiene una buena idea de cómo plantearla, sería un desperdicio no tomarla en cuenta. Seguramente, hay muchas plataformas dispuestas a darle una oportunidad a una obra que haya nacido del corazón de un dramaturgo y no de un encargo empresarial.