El arte dramático es una de las disciplinas más ricas, ya que logra combinar la literatura con la escenografía, la música y la plástica. Dar vida a toda clase de historias para transmitir valores e ideas a los espectadores es un concepto que surgió en la antigua Grecia, pero que se consolidó a lo largo del tiempo.

Con el transcurso de los siglos, las rígidas estructuras del teatro clásico dieron paso a una mayor libertad creativa, tanto en los contenidos como en la forma de representarlos. Por esta razón, el peso de factores externos en la puesta en escena creció notablemente.

En este sentido, los aspectos visuales ocupan un lugar central, tanto en la decoración de los escenarios como en la indumentaria de los actores. La labor de los directores de teatro es sacar el mayor provecho a todas estas herramientas para transmitir su visión de la mejor manera.

¿Cómo se relacionan el arte y la apariencia física?

Cuando se trata de representaciones teatrales, la estética cumple un rol fundamental. Además del talento del actor para recitar sus diálogos, también el vestuario es esencial para que los espectadores puedan sumergirse en la obra. La cosmética y el arte se complementan para brindar un mayor realismo al público.

Este trabajo de vestimenta y maquillaje combina todo tipo de elementos para adecuar la apariencia del artista a lo que la historia necesita. Así como las cirugías de implantes de gluteos transforman radicalmente el aspecto físico de una persona, las prótesis removibles pueden lograr el mismo efecto con un actor.

Mientras que la cosmética teatral se limita a conseguir una ambientación para la historia que se está narrando, los implantes de glúteos buscan un cambio permanente en la forma en que las personas se perciben a sí mismas. El trabajo de talentosos profesionales de la salud puede transformar a un paciente, de la misma forma que un buen guion logra sacar el máximo provecho de un artista.

La importancia de alcanzar la universalidad

Otro motivo por el cual la estética es un punto clave al poner un guion teatral sobre el escenario es la necesidad de obtener una adaptación universal del contenido. Conseguir que el texto se traduzca en una obra de teatro con impacto sobre los espectadores depende fuertemente de que el público pueda identificarse con la temática.

Por eso, la apariencia visual de los actores y su entorno tiene que reflejar la tradición cultural del público. La imagen y el vestuario son elementos centrales para cumplir con este objetivo.