Al mundo de la dramaturgia no se llega sabiendo y con los conocimientos necesarios. Aunque existen muchos dramaturgos que demuestran su talento desde temprana edad, eso no va reñido con el hecho de que la dramaturgia se estudia de forma sostenida y que requiere de alto contenido teórico para poder hacer los mejores productos. Pero muchas personas se preguntan: ¿cómo se estudia?

Tanto el teatro como la escritura no tienen mundos fijos de formación, por lo que esto suele variar entre la propia formación autodidacta, la informal y la formal, en sus distintos niveles. La dramaturgia también va en ese sentido y tiene diferentes enfoques académicos.

Universitario

En las universidades, existen al menos dos carreras que pueden ser desempeñadas y estudiadas por aquellos que quieran dedicarse a la dramaturgia: Teatro y Letras, o sus derivadas. Muchas de las personas que estudian Letras o alguna carrera de su facultad tienen grandes talentos para poder desempeñarse como dramaturgos y suelen escoger este género literario dentro de sus posibles trabajos académicos.

Por su parte, también es posible estudiar Teatro o Artes escénicas, que seguramente se dividirá en varias menciones y que permitirá al dramaturgo poder comprender al mundo teatral en su totalidad.

Formal

Existen academias, dramaturgos e individuales que suelen ofrecer cursos, diplomados y talleres. Si bien esto es aparte del mundo académico estrictamente universitario, no deja de ser un tipo de enseñanza formal y sistemática, a través de la cual el aspirante a dramaturgo tendrá que asistir a clases y presentar evaluaciones, aunque en una modalidad mucho más llevadera.

También esto dependerá de la duración de los cursos y talleres. No es lo mismo un taller de un fin de semana que uno que dure todos los fines de semana de un año.

Informal

Las artes, para muchos, son abstractas, y la formación puede ser totalmente informal. Los más grandes dramaturgos del mundo apenas tuvieron formación académica en la materia, por lo que sí es posible convertirse en un gran escritor de teatro sin que se haya tenido una formación académica para ello.

Todo eso dependerá del talento y de la propia formación autodidacta. No obstante, estamos en un mundo con cada vez más competencia, por lo que es imperativo acumular talentos y mostrarlos con la dramaturgia.